El
timbre es una cualidad subjetiva del sonido que sirve para distinguir
dos sonidos con igual tono e intensidad, pero que tienen distinta
forma de onda, es decir, distinta evolución temporal. El sonido
no se compone de un único tono (onda sinusoidal en el tiempo),
sino de la superposición de ondas sinusoidales simples que
forman el espectro del sonido (excepto en el caso de los diapasones
y los audímetros, que sólo producen un tono). Haciendo
un estudio espectral de la onda sonora, se diferencian de la siguiente
manera.
- Onda
fundamental, cuya periodicidad viene marcada por
la frecuencia o tono fundamental.
- Armónicos
del fundamental son aquellos sonidos cuyo número
de vibraciones mantienen entre sí una relación como
la serie natural de enteros
- Parciales,
que son componentes que no están en relación de múltiplos
enteros de la frecuencia fundamental.
Los
sonidos procedentes del medio ambiente son anárquicos y aleatorios,
e incluirán los tres tipos de componentes anteriores.
Valdría como ejemplo la misma nota procedente
de dos instrumentos musicales diferentes: el sonido de un violín
y un piano se distingue gracias al timbre.
Lo
mismo que ocurre con el tono y la intensidad, el timbre depende fundamentalmente
de la forma de onda pero también lo hace con la intensidad
y frecuencia fundamental. Por eso en los equipos de alta fidelidad
han de reproducir los discos al mismo nivel, con la misma velocidad
y con la misma dinámica con la que se han ejecutado las obras
en el momento de la grabación.

