Tipos
de Hipoacúsias.
Hipoacúsia
Conductiva o de transmisión.
Cuando
existe un obstáculo en el mecanismo de transmisión del
oído (bien en el conducto auditivo externo, la membrana timpánica
o la cadena osicular), pero el oído interno no se encuentra dañado.
Causas
comunes:
Tapones de cerumen, perforaciones
timpánicas, lesiones en los huesecillos del oído medio.
Las ondas sonoras, al encontrar un obstáculo para llegar
al oído interno, buscan un camino alternativo: VIBRACIÓN
ÓSEA (vía ósea, en lugar de vía aérea)
a través del cráneo. La sensación sonora en este
caso será igual, aunque con menor intensidad, y alcanza ambos
oídos internos prácticamente con la misma intensidad,
dando igual por el lado del cráneo por el que se aplique.
Este tipo de problemas auditivos tienen, en general, solución.
Según la causa que provoque la falta de audición, la
solución será diferente. Si lo que ocurre es que existe
un tapón de cerumen, éste se quitará sin más;
otros casos más complejos requieren intervención quirúrgica;
cuando no es posible ninguna de estas soluciones, se provee al enfermo
de un aparato amplificador, que elevará el nivel de intensidad
sonora que llega al oído interno.
Un ejemplo típico de hipoacúsia de conducción
es la otoesclerosis. Se caracteriza por la existencia
de una fijación entre la platina del estribo y la ventana oval
(es decir, se produce un "soldamiento" entre el estribo
y la ventana oval, perdiendo así la cadena osicular toda su
movilidad). La solución puede ser quirúrgica o protésica;
en el primer caso, se extirpa el estribo y se sustituye por una prótesis
de plástico o alambre que vaya desde el yunque hasta la ventana
oval, recobrándose así la movilidad en el sistema de
transmisión y una audición prácticamente normal.
Hipoacúsia
Neurosensorial o de percepción.
En
este caso el sonido llega hasta el órgano de Corti perfectamente,
y el problema se encuentra en el oído interno.
Hay
dos tipos de hipoacúsia neurosensorial:
Cocleares:
Son las más comunes dentro de las neurosensoriales.
Se producen cuando el órgano de Corti ha perdido células
nerviosas (células ciliadas), que son las encargadas de transformar
el fenómeno mecánico que se viene transmitiendo hasta
ese punto a través de oído externo y medio, en fenómeno
bioeléctrico, que es que transmite la información hasta
el cerebro.
Las características más significativas son:
1.
Disminución de la inteligibilidad: desestructuración
del mensaje auditivo.
2. Reclutamiento positivo: Pasan
de no oir a molestarles el sonido (su sensación no crece como
el logaritmo del estímulo, como decía la Ley deWeber-Fechner).
Comienzan a oir más tare de lo normal, pero perciben los incrementos
de intensidad desproporcionadamente (llegan al umbral antes que un
oído sano).
¿Por qué se produce? Las células ciliadas
internas responden a la gama de sonidos de 60 a 100 dB, y las externas,
de 0 a 100 dB. Si las externas están dañadas (son las
más sensibles a las lesiones), sólo quedan las internas,
que recorren el mismo camino en sólo 40 dB. Pasan de no oir
a que les moleste el sonido, sin punto intermedio. Un
ejemplo: La enfermedad de Ménière.
3.
Afectación preferente de las frecuencias agudas: en el órgano
de Corti, lo primero que se desgasta es el conjunto de células
correspondientes al primer tramo, que corresponde a las frecuencias
agudas.
Ejemplos: la presbiacusia, que es el desgaste por la edad, y afecta
primero a los tonos agudos; la hipoacusia producida por la exposición
a ruidos intensos, también afecta antes a frecuencias agudas.
Retrococleares:
Están producidas como consecuencia de una lesión
del nervio auditivo.
Las principales características que las diferencian de
las cocleares son:
1.
No tiene reclutamiento: aunque la ausencia del mismo no asegure que
sea retrococlear (no todas las cocleares tienen reclutamiento positivo).
2.
Inteligibilidad verbal desproporcionadamente mala en relación
con los umbrales de audición para tonos puros (ante una audiometría
tonal los resultados son bastante aceptables, no siendo así
ante una audiometría verbal).
3.
Adaptabilidad auditiva: conforme aumenta el tiempo de exposición
a un sonido continuo, disminuye la sensación de sonoridad.
Un ejemplo típico de hipoacúsia
neurosensorial retrococlear es la que se produce en los tumores del
nervio coclear, el más frecuente de los cuales es el neurinoma
del acústico o neurinoma del VIII par.
Hipoacúsia
Mixta.
En
realidad no es un tipo diferente de hipoacúsia, sino una hipoacúsia
en la que participan, en proporción variable, los dos tipos de
hipoacúsia vistos anteriormente.
La mayor parte de las hipoacúsias son mixtas, pues tienen
parte de ambas.