La onda sonora se propaga por el medio sin sufrir ninguna alteración, siempre y cuando las dimensiones de la onda sean pequeñas en relación con las dimensiones del medio donde se propaga, y su comportamiento es semejante al de un rayo de luz; es por esto que identificamos muchas veces la onda sonora con rayos sonoros que representan el camino seguido por la onda sonora.

Reflexión
 

Cuando la onda sonora encuentra en su camino un obstáculo con unas dimensiones mayores que su longitud de onda, el rayo sonoro tropieza contra él y se produce un rebote, que está gobernado por los mismos principios que en la luz, en el cual el ángulo de incidencia del rayo con la superficie es igual al ángulo formado por el ángulo reflejado y la superficie.

Refracción
 

Los caminos que recorren las ondas generalmente no tienen ni la misma densidad, ni la misma temperatura por lo que cuando la onda sonora se desplaza por ellos se van produciendo cambios de velocidad lo que produce una curvatura de la onda por que la dirección del rayo va cambiando de dirección, este fenómeno que hace cambiar la dirección de la onda sonora se llama refracción del sonido. Muchas de las curiosidades en la propagación del sonido se deben a este mecanismo, por ejemplo él es la causa de que los sonidos lleguen más lejos en la noche y que los sonidos también lleguen más lejos cuando tienen viento favorable.

Difracción
 

Es un mecanismo debido a las irregularidades en las reflexiones. Cuando una onda sonora incide en una superficie que contiene irregularidades comparables con la longitud de onda, la reflexión no puede producirse limpiamente, ya que el ángulo con el que 've' el frente de onda la superficie donde se refleja, no es el mismo, por lo que se produce una 'rotura' del frente; esto combinado con los mecanismos de difracción hace que la onda resultante no sea única, produciéndose una dispersión de la energía en más de una dirección.

Resonancia Modal
 

Cuando el espacio donde se desplaza la onda sonora no es muy grande comparado con la longitud de onda, la energía no se puede propagar, generando unas ondas estacionarias en el recinto, que se denominan modos de resonancia del recinto y que son las causantes de que se pueda propagar el sonido de baja frecuencia en las habitaciones pequeñas.

Regiones de propagación
Los distintos mecanismos de propagación se vuelven importantes en los recintos, en función de la relación existente entre la longitud de onda de la onda sonora y el tamaño del recinto y de los obstáculos que se encuentran en el camino de propagación.

Así podremos definir 4 regiones:

Región A:
La longitud de onda es comparable con las dimensiones del recinto. Esta incluirá las bajas frecuencias y la propagación vendrá dominada por los modos normales del recinto.

Región B:
La longitud de onda empieza a ser grande comparada con las dimensiones del recinto, pero los obstáculos de las paredes todavía tienen dimensiones comparables. Esta región abarcará los sonidos cuya propagación se realice por difracción, refracción y difusión.

Región C:
Las dimensiones del recinto y de los obstáculos son muy grandes comparados la longitud de onda. Esta región abarcará las altas frecuencias, cuya propagación estará dominada por la reflexión.

Región X:
Contendrá las frecuencias por debajo del corte de la sala, o frecuencias que no se pueden propagar en ella, ya que las dimensiones del recinto son muy pequeñas comparadas con la longitud de onda.