ESTEPONA
Un reglamento municipal limitará el ruido y regulará las casetas de la feria
Los equipos de música que se instalen en los espacios destinados a los jóvenes deberán limitarse a no más de 90 decibelios
18.04.11 - 01:44 - MERCEDES PERIÁÑEZ | ESTEPONA.
Diversión y seguridad pueden ir de la mano en una feria. Eso quiere el Ayuntamiento de Estepona para «contribuir al realce y esplendor de la feria». Un reglamento municipal, aprobado de forma inicial, regula la actividad de las casetas y recoge los requisitos que deben cumplir estos empresarios para ofrecer a los feriantes un servicio de calidad y seguro. La norma todavía está pendiente de salir a exposición pública para que los vecinos puedan presentar alegaciones.
El ruido es uno de los elementos que se pretende regular. El reglamento quiere que el recinto ferial no suba el volumen. Para ello, cada caseta dispondrá de un equipo de música de capacidad limitada a un máximo de 90 decibelios; esto es, lo equivalente a un tráfico intenso de vehículos. Las casetas jóvenes deberán disponer «obligatoriamente» de un equipo de música con limitador de sonido a esta medida. De hecho, estos espacios solo recibirán el permiso de enganche de la compañía eléctrica, previa revisión y con una autorización de las mismas emitidas por los técnicos municipales.
Y más. El Ayuntamiento no dejará que cualquiera solicite una caseta diseñada para un púbico adolescente. Para esto será requisito indispensable estar ejerciendo en la ciudad la gestión de un establecimiento con música y tener una considerada experiencia en este tipo de actividad.
Para cumplir con las normas sobre ruido, todos los negocios o atracciones orientarán los altavoces hacia el interior, controlando antes de empezar a funcionar que no invada el sonido los negocios colindantes. La infracción de este artículo dará lugar a la imposición de sanción y en caso de ser reiterado al precintado y retirada del equipo. Igualmente, se podrá determinar la denegación de ocupación en las posteriores concesiones.
Dentro del recinto ferial también estará prohibido el uso estridente de altavoces y sirenas, que no deberán exceder los límites máximos permisibles previstos en la ordenanza municipal contra la contaminación acústica.
Y no solo los empresarios tendrán que cuidar el volumen de sus casetas. Estos espacios tendrán que tener unas características definidas, que pasan por un diseño tradicional con farolillos, bombillas y guirnaldas, acorde con la finalidad festiva. Nada de podios, artilugios luminotécnicos, decorativos y elementos de sonido desproporcionado.
También habrá normas para las bebidas y los alimentos que se venden durante las fiestas. La norma pretende hacer desaparecer la imagen, sobre todo de jóvenes, bebiendo alcohol en recipientes de grandes dimensiones. Para ello, estará prohibida la venta de bebidas en formato de cubalitro o similares; esto es, cualquier combinado alcohólico con bebidas de graduación superior a 20 grados y capacidad superior a 33 mililitros. Asimismo, en ningún caso se permitirá la venta de productos directamente o por medio de máquinas expendedoras hacia el exterior de la caseta.
Alimentos protegidos
También habrá control sobre los alimentos que se ofrecen en la feria. Así, los productos de confitería, caramelos y otros que se presenten sin envolver, no podrán estar al alcance del público y dispondrán de la protección ambiental adecuada. La exposición de alimentos al público sobre la barra o mostradores se hará únicamente con la protección adecuada, debiendo ser una vitrina frigorífica para los productos perecederos de exposición estable o prolongada.
Estos son algunos de los requisitos que se han recogido sobre el papel. Los servicios municipales serán los encargados de velar por el cumplimiento de este reglamento, cuando entre en vigor. Las sanciones por incumplir esta normativa irán desde 500 euros para las faltas leves y hasta los 1.500 en los casos graves. Los muy graves estarán castigados con la clausura de la caseta o actividad, la pérdida de derechos de preferencia para futuras concesiones y la prohibición para obtener una futura concesión. La graduación de las sanciones se efectuará teniendo en cuenta la gravedad y repercusión de la infracción o las posibles reincidencias.