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Un limitador de sonido no es un policía:

Esta es la visión que se tiene desde el mundo de la hostelería. Efectivamente desde las autoridades locales quieren conocer todo lo que sucede en un local para poder sancionar, y ante esto queda resolver la pregunta ¿cómo aporta valor añadido a mi actividad?
Se puede seguir el camino de lo obvio, “lo pongo porque me lo exige la ley”, sistemas que mantienen el nivel sonoro en el local existen unos cuantos, podría enumerarlos, desde un sencillo compresor, hasta un dispositivo que te informa de forma online de los niveles de tu local, pero ninguno de ellos te garantiza que estés realizando tu actividad sin molestar al vecindario. Uno de los errores que se han cometido a la hora de legislar es el de obligar a tener un nivel máximo dentro de una actividad sin tener en cuenta las condiciones acústicas de la misma, esto ha creado grandes desequilibrios entre locales donde se ha hecho una gran inversión para hacer un acondicionamiento acústico serio y los locales que entre dos amigos lo han revestido con el material que han comprado en internet, ambos probablemente la ley los considere igual, y el nivel máximo en el interior de esos locales no deba superar los 95 dB, cara al cliente no hay diferencia, pero que pasa si preguntamos al vecino o vemos la influencia de cada local en la calle? La respuesta es fácil, el primer local no estará generando ninguna molestia, incluso tenga un margen suficiente para tener más nivel, y el segundo local esté recibiendo quejas continuadas, dado que el vecino mientras trata de conciliar el sueño esté repasando sin esfuerzo la lista de éxitos de la semana.
En este punto entra el valor añadido de un limitador, ya que no solo puede ofrecer lo mismo que cualquier sistema de visualización de datos online, durante el funcionamiento de la actividad te mostrará qué niveles se están produciendo en el local, además de mostrarte posibles alertas de un funcionamiento indebido por parte de quien está manejando el equipo de música. Por otro lado el limitador te garantiza que con una correcta instalación te mantendrá el máximo nivel en el interior de tu actividad sin molestar a tus vecinos. Sigue existiendo el corsé del nivel máximo que autorizan en tu localidad, te voy a poner un ejemplo: En muchas ciudades no te permiten tener más de 95 dB y además te exigen tener un aislamiento de tu local de 70 dB. Esto, a la hora de comenzar con una actividad te hace pensar en la calidad de tu inversión, para qué hacer el esfuerzo en mejorar tu aislamiento y las capacidades de tu local, si con esa inversión no vas a poder desarrollar tu actividad de mejor manera que otros locales, y además te obligan a montar un ¡limitador! Con ese nombre, ese cacharro no te puede favorecer. Sin embargo, si no tuvieras la limitación de nivel máximo en tu local, tu planteamiento cambia, planificando tu inversión, puedes llegar a tener aislamientos superiores a los 70 dB mínimos exigidos, por ejemplo llegar a los 75 dB de aislamiento y teniendo en cuenta que a tu vecino no puedes hacerle llegar más de 25 dB, con un limitador que te garantice el nivel en casa del vecino (esos que se dicen espectrales, EcuDap,Cap 21 y Cesva) podrás llegar a los 100 dB. Como ves no es el Limitador el que está provocando un perjuicio en tu actividad, la mala aplicación de la ley es la que te está perjudicando.
Y a todo esto, ¿qué mas ventajas puedo tener con un limitador frente a los sistemas que solo me dicen que nivel tengo en mi local?

Primero lo ya comentado, en función del acondicionamiento del local podrás tener el máximo nivel sin molestar al vecino.
Segundo, un sistema de información de niveles efectivamente no está controlando tu equipo de música, te conviertes en tu propio gestor, sin embargo aunque creas que estás cumpliendo con el nivel máximo de tu local sin ser consciente de ello tu actividad estará generando molestia con tus vecinos. Además debes estar permanentemente alerta, horas y horas de funcionamiento de tu local pendiente de un ordenador conectado a internet?
Tercero antes de que se produzca cualquier pico o subida indeseada de la música un limitador de prevendrá de ello
Cuarto, en su función de policía, si estás trabajando bien, te garantiza que nadie podrá decir que haces las cosas mal, ya que tendrás los datos de funcionamiento de tu local para poderlos mostrar en caso de que alguien te señale como el culpable de cerrar fuera de horario, o de generar molestias cuando tu bar estaba cerrado.
Quinto podrás dejar que cualquiera se haga cargo de la música en tu local, tendrás las herramientas suficientes para conocer qué sucede, y además la tranquilidad que aporta saber que con un equipo limitador de forma involuntaria nadie superará los niveles establecidos para tu actividad.
Sexto dispones de herramientas que puedes dar a conocer a tus clientes como el confort acústico que hay en tu actividad.
Sigues pensando que un limitador sólo es un policía en tu local?

 

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