Estos
sistemas se basan en la disipación progresiva de la
energía sonora mediante el empleo de materiales
absorbentes. Presentan una atenuación apreciable
del sonido en una amplia gama de frecuencias, por lo
que se emplean, preferentemente, en sistemas de
aires acondicionado, ventiladores, etc.
El
modelo más sencillo de un atenuador de este tipo
consiste en un conducto cuyas paredes están
recubiertas por un material absorbente. La atenuación
para las ondas sonoras propagándose paralelas al
eje del conducto puede calcularse mediante la
expresión:
donde:
A=
atenuación por unidad de longitud, en dB/m.
α=
coeficiente de absorción del material que recubre
las paredes internas.
P=
perímetro del conducto, en m.
S=
sección del área abierta del conducto, en m2.
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